“La pandemia demostró que también se puede enseñar y aprender con tecnología”

El Director de Innovación de InterBrain, Rodolfo Giro, participó de una entrevista en Radio Andina de Mendoza. La charla se dió en el programa “Todo por la Tarde”  – pueden escucharla completa aquí – y se dispararon varios temas, desde la misión de InterBrain respecto a la innovación en las formas de aprendizaje, hasta la actualidad del sector del conocimiento en Mendoza y sus posibilidades de crecimiento en los próximos años. 

P- (Periodista) ¿Qué hacen en InterBrain?

RG- (Rodolfo Giro) Lo que nosotros buscamos es innovar en la manera de aprender, para eso usamos la tecnología como un elemento que potencie y ayude en esa disrupción. Hay muchos sectores que, fruto de la cuarentena, se volcaron a la tecnología, y uno de los grandes interrogantes era si podíamos aprender con la tecnología y creo que la pandemia demostró que también se puede enseñar y aprender con ella. 

Lo que nosotros hacemos es buscar la manera que aceleres la curva de aprendizaje y eso lo logramos a través de los conceptos de “aprender haciendo” e “interactividad”; muchas veces vos tenés que aprender distintos procedimientos de la industria en diferentes profesiones, incluso en la misma educación y la mejor manera de aprenderlo es haciendo la tarea en cuestión.

P- ¿Y qué herramientas utilizan?

RG – Una de las cosas que hacemos es simuladores, soluciones tecnológicas que permiten practicar sin riesgo y a bajo costo lo que vos tenés que aprender, entonces vos aprendés a manejar una máquina, aprendes a atender a un paciente, aprendes cómo hacer una operación. En los simuladores tenemos mayor o menor fidelidad; por ejemplo, desarrollamos un simulador de neurocirugía y ese es de alta fidelidad.

El simulador tiene el costo de la inversión inicial pero en términos prácticos, pensá, ¿cuánto cuesta por ejemplo que choquemos un micro cuando lo estacionamos? de hecho hicimos una vez un simulador para estacionar aviones, para el señalero que estaciona los aviones, imaginate, un error en esa persona que choca las alas de un avión…no se va a morir nadie, pero imagínense el costo de esa mala práctica, es mucho más alto que el costo que tiene el desarrollo o el uso de un simulador. 

Con el simulador los riesgos no existen y los costos son mínimos, entonces es mucho más rentable practicar con simuladores que con los elementos reales.

P- Ahora, si es tan efectivo el “aprender haciendo”, ¿por qué las prácticas no están presentes en las carreras desde sus inicios en lugar de tenerlas en el último año?

RG- Esa es una gran polémica que hay en el ambiente académico hoy en día, así también surgen un montón de carreras cortas, gurúes, gente que da clase online o cursos más cortos y prácticos, y eso es un déficit que creo que tiene por ahí la la educación enciclopedista, un modelo educativo que tiene muchos años, que ha sido muy exitoso durante mucho tiempo pero que en algunas cosas yo creo que se puede aggiornar, y ahí es donde la tecnología puede ayudarnos un montón, porque incluso podríamos simular esto que estamos haciendo, la práctica de hablar en la radio. 

Yo creo que los profesores que mejor aplican esto del aprender haciendo son los profesores de inglés, uno aprende inglés hablando en el curso, uno simula situaciones donde tiene que hablar cómo va a ir a comprar el pan. La educación tiene que incorporar estas metodologías y hoy la tecnología lo permite con instrumentos como la gamificación; hay un montón de otros recursos con tecnología o incluso sin tecnología…a veces son temas metodológicos. 

P – Recientemente entregaron un simulador al Instituto Tecnológico Universitario (ITU), ¿para qué se va a utilizar?

RG- Sí, acabamos de terminar un simulador para el ITU, para la carrera de logística, que tiene como objetivo aprender a manejar un autoelevador, el manejo de almacenes, manipular la carga, usar los racks, no es nada fácil, es otro simulador de alta fidelidad, que de hecho, si vos no tenés el entrenamiento no vas a poder meter la carga en el rack como si fuera un videojuego, esa es la diferencia entre un juego y un simulador profesional. 

En este sentido el ITU tiene una visión muy práctica de sus carreras y tengo que reconocer que los directivos y profesores han sido muy permeables a nuestros desarrollos desde nuestros primeros experimentos, siempre estuvieron atentos a lo que estábamos haciendo. Hoy ya nos está confiando el tercer simulador, contando el de neurocirugía, el de autoelevador y ahora el de soldadura. 

P – ¿Cómo es iniciar un nuevo proyecto?, porque veo que trabajan con una gran diversidad de temas y en diferentes industrias o áreas.

RG- Interbrain (IB) tiene un staff bastante diverso, en el equipo de IB hay diseñadores, ingenieros, programadores, mediadores de contenido, modeladores, muchas disciplinas que intervienen en nuestros proyectos, pero los especialistas del tema de cada proyecto, se buscan para cada uno o los provee el cliente que nos contrata. Es un proceso complejo porque como técnicos tenemos que aprender (en el camino me divierto y aprendo mucho), saltas de una cocina a un quirófano, pero nosotros aprendemos haciendo el curso como si fuéramos un operario o un médico, uno va participando. 

Lo que es importante en estos desarrollos es que la gente se sienta inmersa en el lugar, uno no copia solamente el procedimiento específico, sino que buscamos recrear el ambiente, para que la persona sienta realmente que está haciendo la actividad.

P- ¿Qué sucede con estas tecnologías en el resto del mundo?

RG- Hoy ya es casi un hecho que está todo yendo hacia trabajo con simuladores, esto nació en la aeronáutica pero ha ido avanzando en otras industrias y hay grandes compañías que lo van adoptando, pero va más allá de la realidad virtual, es el concepto de interactividad, generar esta práctica activa en el aprendizaje, muchos recursos con realidad aumentada, videos interactivos, etc. Cada vez más rubros se animan, tampoco es algo sumamente oneroso, anímense a usar este tipo de soluciones.

P- ¿Cómo ves al sector tecnológico en Mendoza?

RG-  Es muy importante que los chicos se animen a estudiar estas carreras, el sector del conocimiento tiene plena demanda de personas, es un trabajo de altísimo valor agregado y creo que Mendoza está liderando en algunos aspectos, esto de nombrarla tierra del sol, del buen vino y del conocimiento es muy bueno, hay que aprovechar esto y que se animen a estudiar, no sólo programación, también diseño, modelación 3d, disciplinas que permiten acceder a buenos salarios; pero hay que estudiar, no es fácil, lleva tiempo y no es mágico, requiere mucha dedicación y horas de investigación, hay muchas personas autodidactas, en mi caso me fui recibiendo en el camino mientras trabajaba.

Particularmente venimos creciendo mucho orgánicamente, tuvimos muy buenos proyectos que nos permitieron apalancarnos, clientes grandes que confiaron en nosotros. Recientemente tuvimos la incorporación de un nuevo socio inversor, y es muy importante no sólo por la inyección de capital sino porque empezas a jugar en otras ligas, con Alberto (Alberto Aguiló – Socio y Dir. Comercial de IB) siempre pensamos en IB como una empresa global aunque éramos chiquitos, y seguimos pensando de esa forma. Hoy se consolida con un equipo de más de 20 personas, estoy muy contento, se están logrando cosas espectaculares y afortunadamente el mercado nos está validando.